CARTA A LOS “DESEREDAOS”.

No nos engañemos, han ganado l@s mismos y hemos perdido l@s mismos…

Mi muro prestado del Facebook, está salpicado de “vencedores”, “excusas”, “reflexiones”, “peticiones de dimisiones”; (¿conocéis a algún político que haya dimitido, sin haberse colocado en alguna posición de privilegio mejor?).

Lo único que en realidad, se ha conseguido es retrasar las soluciones, de miles de personas que las necesitan urgentemente, mientras los expedientes cambian de mano, bajo la supervisión del Poder.

Las bases militantes entregadas, hoy miran sus manos vacías como ayer y lo más probable como mañana.

Sus líderes prometen una oposición férrea y digna, porque saben ganar y perder…

Mi pregunta es: ¿Qué han perdido?.

En estos meses y los que nos quedan de campaña de INDIGNACIÓN, me parece ver un tablero de ajedrez en donde las fichas se mueven, protegiendo sus intereses, sacrificando peones sin piedad ni dolor. 

Así es el juego…

Somos hijos de una sociedad capitalista, donde cada un@ tiene un precio y un valor, si no eres de esos, eres como yo, un “deseredaó” de suerte variable y futuro difuso.

Herman@, compañer@, naciste esclavo sin saberlo, crees que tu voz se escuchará en el espacio cibernético, hasta que el próximo recibo puedas o no pagarlo.

Mirarás las escasas ofertas de trabajo, mandando tu curriculum una y otra vez...

Te humillas cada mes, en tu sucursal bancaria, solicitando un descubierto a un alto y cruel interés, una vez más para poder llevarte alimento a la boca.

Sollozas a la administración que ni se inmuta, refugiándose en la palabra “recursos”, que en ellos si es entendida.

Y procuras, no ver, que tus “recursos” se agotaron hace quizás años.

No puedes especular con tus pequeñas propiedades, porque aunque para ti son muchas, para el poder son nada, por lo cual baja y bajas tu precio, tratando de esperar a ese mañana, donde la vida tenga dignidad.

Mantén tu atención, cuanto puedas en esta multitud de murmullos, no van contigo…son buenos estos prestidigitadores de pacotilla, haciendo ruido, para que tu atención vaya hacia la otra mano.

Para ti, como para mí, no ha cambiado nada, tendrás que seguir rindiendo pleitesía por un trozo de pan sin dejar de mover el rabo con gratitud.

Ellos, tus representantes, solo están heridos en su orgullo, pero están acostumbrados, entre copas y discursos, se va pasando. 

Sus nóminas con prebendas, sus contactos, sus secretos les mantendrán a salvo.

De eso se trata.

Mientras, te miran con desdén, porque no entienden ni entenderán tu INDIGNACIÓN. Si alguna vez conocieron el barro fue hace ya mucho tiempo, no te extrañe, el infierno se trata de olvidar por el miedo de que vuelva, si saliste alguna vez de él…

No podemos hacer nada más, que acudir a la fila del Inem, a los Centros Sanitarios, a los Sociales y dejar testimonio, que una vez más te toco el mismo papel, el/la de “desederaó” y como una ballena cantas en este óceano lleno de ruido, espeando respuesta  de al menos un/a compañer@.