Seguidores

viernes, 17 de junio de 2011

Homosexuales Valientes.,(punto).

Para much@s y much@s, de las vidas humanas que se puedan registrar por su paso en esta existencia, siempre han sido; “tiempos extraños”.

Desde que me di cuenta, de mi propia existencia y de cuáles eran las múltiples reglas a seguir, me encontré rodeado por aquello que es aprobado socialmente y lo que es reprobable.

Esto último, si es repudiado públicamente, proporciona la seguridad de que la “manada”, te pueda reconocer etiquetándote como uno de los suy@s, eres normal…ósea susceptible a ser destruido por el bien de la manada, así somos…

Cuando era pequeño, era relativamente fácil por aquello de lo maniqueo; mayor, pequeño, fuerte, débil, alto, bajo.

Todo esto te servía para socializarte por exceso o “defecto” y podía hacerse de ello un motivo de burla o admiración.

Luego venían gafas, aparatos, muletas, tartamudez, en definitiva complementos…

Pero lo peor de todo era la “mariconez”, si tu sombra te tocaba podías darte por muerto socialmente, fuera la que fuera tu edad. Si su sombra te tocaba, te perseguiría en los pasillos, en los vestuarios, en los baños y podías ser un blanco perfecto.

Si de alguna manera, esa sombra tan complicada y tan repletita de estereotipos se pudiera proyectar en ti. Eras un objetivo perfecto, para regocijo de tod@s, llegándote a hacer comprender el significado del odio, que se te presentó, como un monstruo que no permitía la reflexión mientras te despedazaba.

A veces, había valientes que mirando con ojos de misericordia, decía: - no te pases con él o ella, que al caso es lo mismo. Eso servía para que la manada se distrajera en ladrarse lo suficiente, como para poder poner pies en polvorosa, asustad@, avergonzad@ y señalad@ de por vida.

Aprendiste a vivir, en esa realidad y año a año, te adaptaste a ella, tratando de levantar el menor odio posible y tratando de encontrar miradas con cariño, una ardua labor, compartida por tod@s desde que el mundo es mundo.

Eras un adolescente, cuando llego el s.i.d.a., el “cáncer homosexual”, y asistías a la condena pública con pánico, de estar destinado a ser un “asqueroso, vicioso, pervertido, maricón leproso y contagioso”.

Un maravilloso paradigma, para construir el futuro de un adolescente.

Pero, algo ocurrió, dieron la cara homosexuales valientes, los famosos que el sistema creía oportunos y los de calle, pocos muy pocos, que dejaron de hablar de condena para hablar de orgullo.

Y, “I will survive”, la sociedad progresista, te arrancaba de la “Ley de Vagos y Maleantes”, concediéndote derechos frente a la sociedad. Pero, había que pagar un precio, cada paso que se daba, siempre se liaba y se lía la de; “Dios es Cristo”.

“- ¿Cómo va a ser normal, si los hombres y la mujeres, se tienen que relacionar un@s con otr@s y no entre ellos?”.

Poco importa, que eso lleva pasando desde que somos civilización y sobrevivíamos en cuevas…Simplemente, no es lo “normal”…

Ya estamos cansad@s, de que en el mejor de los casos volvamos a ser una vez más, noticias que debatir, que la sociedad etiquete cuales son nuestras medidas, pesos y ámbitos sociales amparados por la ley.

En este marco , hay homosexuales valientes, que han tenido la suerte de encontrar un compañer@ y han querido legalizar su compromiso, frente a una sociedad que les ha otorgado la visibilidad de poder hacerlo.

Algunos incluso han celebrado bodas, donde el menú se dividía en este caso en: pobrecit@s ó “que progres somos”.

También había menú para los intolerantes a la “lactosa”, que observaban toda esa ceremonia con disfrazado desprecio, pero como era gratis…y al final desinhibido entre copas, se contaban chistes de “maricones” y “tortilleras”.

Pero que poc@s, los que podían comprender la responsabilidad de haber tenido la suerte y el valor de compartir con sincero cariño y respeto la vida con otr@ y a la vez que nos permiten compartirlo con ell@s.

Pero, cuantas sombras se proyectan aún…cuantas caricias son robadas a tu propia vida, en el silencio, la oscuridad y alevosía, por much@s.

Jamás he querido saber, cual es el porcentaje de homosexuales, porque es un porcentaje extraño.

Todavía, quedan much@s, que al subir en el ascensor se miran en espejo, no vayan a quedar señales que hace unas horas desnud@ junto a otr@ mezclaban su piel con su “amig@”, que no era el/la espos@, novi@, pareja que daba cariño, seguridad y la cada día más indispensable: aceptación social.

“Pecadores”, victimas tod@s, que deambulan en silencio entre nosotr@s, tratando de no pronunciar el nombre que convoque al odio, mientras que nuestras vidas como hojas al viento, se van consumiendo en soledad…

No dejare de daros las gracias a cada un@ de vosotr@s, que seguís siendo valientes, con la esperanza de que llegue el día, que estemos orgullos@s de ser una sociedad justa y humana, que respeta a la vida como su propio Dios.

lunes, 13 de junio de 2011


















Salud universal











Han actuado

0 personas






Nos faltan

0 firmas

















Actúa ahora











<> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <> <>
Tu nombre
Tu apellido
Tu correo-e
Cód. Postal






Acepto las Norm. de Uso y Pol. de Priv.