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jueves, 19 de junio de 2008

REFLEXIONES SOBRE LA COMUNICACIÓN Y EL AMOR.



Estaba tumbado en el sillón, dejando que mis pensamientos brincaran de un tema a otro mientras que una cadena de TV me recordaba un año más
que este va ser el verano de mi vida...disculpa, pero lo espero desde hace 46 años...¿o es que es como lo del cupón?. Más ricos, gracias a las miserias de muchos.

Entonces dentro de mi batiburrillo de pensamientos, algo comenzó a organizarse en un concepto, como si unas brumas desde algún lugar dentro de mi; una imagen, sensación, sentimiento, emoción tomaran forma. Algunos llaman a eso meditación, otros oración y muchos “ida de pinza”...

La comunicación, eso era, eso que los “seres superiores” decimos que manejamos desde la prepotencia desde diferentes áreas: Cultura, Ciencia, Sociología, Economía, Política... ¿Pero de verdad nos comunicamos los unos con los otros? ¿Somos sinceros entre lo que pensamos y decimos?

El Amor, eso que es lo único que no podemos pesar, ni medir, ni exhibir en una urna o buscar imágenes en internet. El Amor es algo diferente para cada uno pero sus efectos son iguales para todos, el tiempo se para y estamos viviendo justo lo que nuestros sentimientos querían vivir, el momento eterno, el momento divino.

Eso sí que nos hace ser seres superiores...

Creceremos cuando nuestra comunicación sea una de las facetas del Amor, sin miedo, sinceros...

Recuerdo un curso de crecimiento personal donde la conclusión a la que llegamos fue que la sinceridad la usábamos como falta de respeto hacia el otro, desde nuestro propio momento existencial, eso sí, cargado de “buenas intenciones”...esas de las que el Infierno está lleno.

Ahora que nuevas palabras pueblan de significación mis neuronas: asamblea, colectivo, grupo, ciudadano, persona, paciente, individuo... me propongo un difícil reto, el que no sé si podré alcanzar. Comunicarme con amor, buscar donde se dé esa comunicación sin pedirlo, sin exigirlo: vivirlo...

Soy compañero del silencio y voy a dar un salto...y como Epiceto dijo: “Las personas tardan dos años en empezar a hablar y sesenta en callar”.

Voy a escuchar, a escuchar si se habla con amor esperando encontrar compañeros donde el diálogo sea otra forma de hacer el amor del alma, no del sexo...El sexo sin amor, es miedo a la soledad. La comunicación sin amor, es agresión.

Mis pasos quedarán donde encuentre ese amor transmitido por palabras y huirán de aquellos lugares donde se use como agresión.

Quizás los años, me piden calidad no cantidad...pensando globalmente y actuando localmente; desde mi corazón / higado.

Nosce Te Ipsum.-

Paco Fombella.-