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viernes, 11 de febrero de 2011

La Historia Interminable; mientras nosotr@s queramos...

Vaya, estos trastornos del sueño, me van a venir bien...acabo de leer un post que se me antoja terrible, por varias cuestiones. Donde alguien compara el final fílmico de la Historia Interminable, que no el de la novela de Ende, cambiando el nombre de la Emperatriz de Fantasía, de ... Hija de Luna, por: ¡¡Partido Popular!!...y así quien vuelve a dormirse...

No por el hecho, de que quien pueda gobernarnos, pues lo único que realmente cambia siempre es el color de collar, a quienes servir.

Al menos a mí, ya me han salido canas en este sistema político y sabemos lo que nos queda al final a los "votadores silenciosos", que creemos en la Democracia como el menos malo de los sistema, pues teóricamente nos garantiza derechos incuestionables, que ahora empiezan a cuestionarse, porque: - "la Pela, es la Pela"; es un signo patrio que limita al norte con el mar Cantábrico y al sur...

Much@s, a la altura de los acontecimientos hemos comprendido que los héroes y heroínas, no son la solución, en esta Partidocracia impuesta, con "Logo" de multinacional, para revalorizar acciones en ese Mercado, que nos controla.

Lo cierto es que, ya que no puedo comentar el post referido, donde con cierta parte de acierto, comparan esta desidiosa situación de final irreversible; que parece aceptado incluso por los protagonistas, que recitan sin emoción el texto aprobado, por los manipuladores de hilos, a la referida novela cuando la "Nada" avanza.

Aquell@s que leemos con más o menos éxito, recordaremos que en la novela, al darle un nuevo nombre a la Emperatriz, como el autor de dicho post nos propone protagonizar a tod@s, en esta particular versión, si bien ya de la mano de Ende siempre hemos podido volar en los lomos de Fujur. Olvidamos poco a poco la realidad, nuestro nombre, de dónde venimos, a quien somos realmente y quien es nuestra verdadera familia.

Es por eso, que una vez más me convenzo en no fiarme, nunca más, de los que se cuadran frente a unas siglas, que son siempre y solo útiles, para eso. Pero que les es fácil confundirnos en estos tiempos y recordarme; que el caballo de Santiago al pasar por el Mar Negro, irremediablemente seguirá siendo blanco...

Que desgraciadamente, ese; "- de la calle vendrá, que bueno te hará". No es adecuado para los actuales figurantes, de este arco parlamentario que frotándose sus codiciosas manos, coinciden, en que tod@s estos millones de peones blancos y negros y supuestamente irreconciliables, porque así les interesamos más, somos manejables, dóciles y prescindibles.

Desde que despejaron el tablero, de torres, caballos y reinas. Tratándonos de convencer que con un rey y sus alfiles de pacotilla, que siempre se van por la diagonal, nos controlan.

¿Lo conseguirán? ¿Despertaremos de una vez, exigiéndoles de una puñetera vez, nuestro pan, trabajo y dignidad, con el que negocian el interés de sus beneficios?.
Que ya está bien, que los minutos son irremplazables y en tiempo de actuar, fue ayer, así que hoy no lleguemos tarde, como decía Serrat: -“a donde nunca pasa nada…”

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