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domingo, 27 de diciembre de 2009

AMOR DE OÍDAS.-



¿Qué quiero encontrar en ti?

Bendecir el camino que nos lleva a encontrarnos y sentir que estamos ahí, en el sentido literal de la expresión. Todo lo que ocurre esta ocurriendo, en ese instante...lo demás queda lejos, esta pero... puede esperar si es preciso.

Cada momento juntos, cada cosas que descubrimos, nos hace encontraros con el propio ser y no es solo en la magia de un momento, en cierta manera es siempre, desde que nuestros pasos decidieron crear melodías de pisadas por las calles inciertas, de la vida.

Conquistarnos cada día, sintiendo que tu también planeas estrategias de cómo ser el que conquista. Las reglas no escritas para esa “Justa de Amor” no son necesarias aclarar, salvo que los simpecados lances de amor lo requieran. Por que gane quien gane el premio es la recompens. Perdernos seria hundirse en la pena más profunda y oscura.

El tiempo se hace lento...cada detalle, tiene un murmullo de eco de ese hogar perdido desde que nacimos, quien sabe cuando y en donde…

Sentir que compartimos el sentimiento de triunfo de la caricia ganada para honor de este amor tan hondo que rompe cualquier barrera y nos aisla del incesante murmullo de dolor de vida.

En los abrazos los cuerpos se sienten como clara expresión de; aquí me tienes...y si en necesario, te “asujeto.
Al acariciamos, sintiendo poco a poco la seguridad, la entrega y paseando por el descubrimiento de otro cuerpo tibio. Si las manos quedan quietas sobre la masa de piel, músculos y sangre. Sentir en las yemas de los dedos unas invisibles fibras que atraviesan los poros de la piel mezclándose dos almas en una. Es cuando el cuerpo se estremece en el placer de que dos cuerpos se sienten en la misma alma.

Descubrirnos sintiendonos dispuestos a un “dejarse llevar” del que no hay palabra escrita para nombrarle. Cuando de él nos reclamen con todo el rubor de el alma nos entregaremos a ese “delicioso dejarse”. Preguntándote eso de: -¿ahora, que me está pasando?. Por el nunca habías transitado, que se renueva cada vez que la entrega se desborda.

Entonces hay calma...mucha calma, que abre paso a una Paz olvidada que siempre había estado ahí...pero que hasta antes había sido negada, entendiendo que vivir para y por el amor correspondido es la más divina de las maneras de transitar por esta tan “entrópica” existencia.

Tener pereza en quedar dormidos, descansado en la calidez de dos cuerpos naturalmente acomodados, por que puede que quizás el sueño nos prive del calor de las manos, sinfonía de dedos llenos de afecto y el perfecto aroma de nuestras presencias, por unas instantes…

Después de la Tormenta, encontrar trozos del más brillante Sol en los más minúsculos pedazos que atesoramos como cimientos para nuevos mundos, donde poder llevar la luz a las tinieblas de la soledad, para que otros puedan compartir la dicha y el empeño por rellenar ese hueco de ausencia que nos maltrata y acorta nuestra existencia en el mejor de los casos.

Nos importa, nos importa cualquier detalle de nuestra existencia, por que es un espectáculo de comprensión del espejismo atávico. La diferencia es solo mirar desde otro lado a otra parte de ti mismo.

Soñamos en un: -¿que estaría en mis manos?, ¿que podría hacer?. Pero, tenemos fe en que podremos solos encontrar la salida de su laberinto, y en caso de epopéyicas hazañas que el ego nos obliga a emprender sin sentido…Las señales que retornan al hogar negaremos que son obras nuestras. Tu estarás allí recibiendo al héroe, como también hizo él por ti, tal vez ayer. Por que hasta los héroes cometen errores, de los que aprenden a ser mas grandes.

Orgullosos, cada vez que nos mostramos al mundo como las Personas Únicas que el Misterio nos concedió ser , escuchando una voz interior que anuncia, susurrando un bajito: -“Ahí esta...”, que se oye con una perfecta claridad solemne.

Participar en su vida, comprender que el compartir es generosidad pura...aún en aquello que no compartimos, si nos fijamos bien, si nos paramos, si acallamos la terrible voz de: ¡ yo, yo y yo !, aprendemos y vemos que se a dado un paso “pa lante”.

Cuando hagamos algo que creemos importante, algo en lo que nos reconozcamos satisfechos, la primera persona que nos viene a la cabeza es... si, es así de simple.

Luego al caminar solos y en silencio, frente a la Luna de vuelta a nuestro rincón solo habrá una sombra, que alfombra de terciopelo zaino con brillos de estrella, la senda que atrás queda.

Es eso solo lo que busco en ti…si tu en mi lo encuentras…pero no sé mucho de amor, solo lo que escuche de oídas.

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